¿Tienes una contractura muscular y el dolor no cesa?
En Ritmo Sevilla queremos que encuentres tu clínica de fisioterapia en Sevilla. Porque hemos nacido con la vocación de crear un centro integral para tu salud. Así, disponemos de un equipo de profesionales cualificados y experimentados en el ámbito de la fisioterapia. Entre otras, la contractura muscular es una dolencia que sufren muchos de nuestros pacientes.
Actualmente, se trata de una lesión muy común, fomentada por malos hábitos. En este artículo, abordaremos estas cuestiones: qué es una contractura muscular y cómo actuar para prevenirla o curarla.
¿Qué es una contractura muscular?
En primer lugar, resulta bueno partir de una definición y caracterización de lo que entendemos por contractura muscular. Así, realizando una primera aproximación, vemos que comúnmente se utiliza el término para referir cierto estado de rigidez en ciertos músculos. De forma popular, muchos hablan de que sienten un nudo, una metáfora que describe bien la sensación que provoca. Se siente un agarrotamiento, un estado de contracción del músculo, que puede resultar doloroso.
Como hemos apuntado antes, las contracturas musculares representan una dolencia muy extendida. Sin duda, los movimientos y las posturas inadecuadas, producto normalmente de rutinas nocivas, son la principal causa. Por ello, para prevenir la aparición de una contractura muscular, resulta fundamental apostar por rutinas más saludables. Cambiar de postura y realizar estiramientos de forma periódica puede ser beneficioso. También, se recomienda no sobrecargar los músculos con excesivo peso ni realizar movimientos bruscos.
En general, evitando el sedentarismo e incorporando una rutina deportiva al día a día preparamos mejor nuestro cuerpo. Pero, en el caso de producirse, en Ritmo Sevilla disponemos de profesionales experimentados para aliviar y solucionar todos los tipos de contracturas. Una contractura muscular puede producirse en cualquier músculo del cuerpo; sin embargo, algunos están más expuestos a que esto ocurra. A continuación, abordaremos algunos de los principales tipos de contracturas musculares:
Contractura cervical
El cuello es un lugar del cuerpo muy sensible. Por él, pasan muchos ligamentos implicados en el movimiento de la cabeza. Hasta veinte parejas de músculos se encargan de esta función fundamental. De este modo, resulta una contractura muscular del todo conocida el tipo de contractura cervical, aquella que afecta a los músculos localizados en esta zona del cuerpo.
Es una contractura muy común, que ofrece dolor y, habitualmente, un estado de rigidez que impide mover el cuello. Asimismo, puede estar acompañada de hormigueos, sensación de pinchazos o inflamación. Por ello, se trata de un tipo de contractura muscular bastante incómoda. Afecta de forma sustancial al ritmo de vida, debido a la necesaria utilización de estos músculos. Además, su recuperación puede no ser rápida, ofreciendo un dolor prolongado que hace desagradable y dificultoso el proceso.
Contractura lumbar
Entre todas las afecciones de la espalda, la contractura muscular que sufren los lumbares son muy comunes. Una contractura lumbar afecta a la musculatura hallada en esta zona. Resulta frecuente someter a estos músculos a un esfuerzo superior al que están preparados. Sobre todo, ocurre en movimientos bruscos, a la hora de alzar un determinado peso, por ejemplo. De este modo, los músculos lumbares se contraen, pudiendo incluso producirse algunas microrroturas.
Entre los síntomas producidos por una contractura lumbar, destaca la imposibilidad de realizar ciertos movimientos. Se experimenta cierto dolor progresivo, que puede ir haciéndose poco a poco más agudo. En especial, las personas afectadas por una contractura lumbar encuentran cómodas postura que mantienen cierta curvatura en la espalda. En cambio, supone una dificultad mantenerla erguida o realizar algunos movimientos.
Contractura dorsal
El músculo dorsal ancho es el que posee mayor tamaño y mayor fuerza de toda la espalda. Esto explica la importante función que cumple en muchos movimientos. Y, también, de algún modo responde a por qué sufre algunos tipos de lesiones, como la denominada contractura dorsal. Se trata de un tipo de contractura muscular que afecta a esta área de la espalda, pudiéndose además expandir el dolor a otras zonas como el hombro, el brazo o la cadera. Sin embargo, debido a las características de este músculo, no son tan frecuentes como otros tipos; además, no ofrecen un dolor tan agudo y su recuperación ofrece menos problemas.
Como hemos dicho, la contractura dorsal es menos común, porque requiere un sobreesfuerzo difícil de realizar en la vida cotidiana. En cambio, sí puede estar más presente en actividades deportivas, que requieran movimientos extra. Estos pueden llegar a dañar el músculo dorsal ancho, produciendo contracturas musculares incómodas de fácil curación.
¿Cómo curar una contractura muscular?
En Ritmo Sevilla, siempre apostamos por una rutina que ayude a prevenir lesiones como una contractura muscular. Gracias a una nutrición adecuada y una rutina deportiva adaptada a tus necesidades, puedes mejorar sustancialmente tu estilo de vida. Este es el mejor modo para preparar a tu cuerpo para todo tipo de situaciones.
En el caso de que la contractura muscular ya se haya producido, existen muchas recomendaciones útiles. Por ejemplo, para reducir una posible hinchazón, es común recurrir a antiinflamatorios y a la aplicación de frío en la zona afectada. También, existen ejercicios de relajación y masajes que pueden aliviar el dolor producido.
Sin embargo, la opción más segura es acudir a un especialista con experiencia en este tipo de lesiones. En Ritmo Sevilla, tu clínica de fisioterapia en Sevilla, tenemos al equipo que necesitas. Infórmate sobre nuestro servicio de fisioterapia. Con unas pocas sesiones podrás recuperar toda la movilidad del músculo afectado por una contractura muscular, aliviando todo su dolor. Llámanos y pide la información que necesites sin ningún compromiso. Estaremos encantados de resolver todas tus dudas.